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8 non-invasive pain relief techniques that really work
8 técnicas no-invasivas para combatir el dolor, que sí funcionan.
A veces el dolor tiene un
propósito, puede ser una alerta de que tenemos un esguince en el tobillo, por
ejemplo.
Pero para muchas personas el
dolor puede persistir por semanas o incluso meses, causando sufrimiento
innecesario e interfiriendo con su calidad de vida.
Si su dolor ha sobrepasado su resistencia, usted debe saber que hoy existen más tratamientos alternativos que
en el pasado.
A continuación le ofrecemos ocho técnicas para controlar y reducir el dolor. Estas técnicas no requieren ningún
procedimiento invasivo ni tomar medicamento alguno.
1- Calor
y frío - Estos dos tratamientos tradicionales continúan siendo la piedra
angular para calmar el dolor en cierto tipo de lesiones. Si una compresa de
frío o calor hecha en casa no funciona,
consulte a un fisioterapeuta o quiropráctico sobre las opciones de este
tratamiento que realmente puede penetrar profundamente en los músculos y
tejidos afectados.
2- Ejercicio
- La actividad física juega un rol crucial
al interrumpir el ciclo vicioso del dolor y la capacidad de reducir los movimientos del paciente como consecuencia de algunas enfermedades crónicas como son
artritis y fibromialgia. Haga la prueba con actividades aeróbicas suaves como caminar,
nadar o montar bicicleta.
3- Terapia
física y Terapia ocupacional - Estas dos especialidades están entre los mejores
aliados para combatir el dolor. Los terapeutas físicos lo guían a través de una
serie de ejercicios diseñados para preservar o mejorar sus fuerzas y movilidad.
Los terapistas ocupacionales lo ayudan a aprender cómo llevar a cabo una serie
de actividades diarias de manera que no agraven su dolor.
4- Técnicas
mente-cuerpo - Estas técnicas de sanación, las cuales incluyen meditación,
concentración y ejercicios de respiración, entre otros, ayudan a
recuperar el sentido de control de su cuerpo y rechazan la sensación de lucha o respuesta de estrés agudo contra el dolor-
que es una respuesta automática del cuerpo ante la amenaza de daño o dolor- la
cual puede empeorar la tensión o dolor crónico del músculo afectado.
5- Yoga
y Tai chi - La práctica de estos dos
ejercicios integra técnicas de control de respiración, meditación y movimientos
suaves para estirar y fortalecer los músculos.
Muchos estudios
han demostrado que su práctica puede
ayudar a las personas a manejar el dolor causado por una serie de dolencias
desde el dolor de cabeza, artritis incluyendo otros tipos de lesiones persistentes.
6- Retroalimentación
o Biofeedback - Esta técnica implica aprender ejercicios de relajación y respiración
mediante el uso de una máquina que mide y registra la data de las funciones fisiológicas
(por ejemplo los latidos del corazón y la presión sanguínea) convirtiéndolos en
señales visuales como por ejemplo gráficos, luces parpadeantes o incluso
animaciones. Mirar y modificar las visualizaciones le otorga cierto grado de
control sobre su cuerpo y su respuesta al dolor.
7- Terapia
musical- Hay estudios que demuestran que
la música puede ayudar a calmar el dolor durante y después de una cirugía o un
parto. La música clásica ha probado que trabaja especialmente bien pero no produce
ningún daño el intentar lo mismo con su género
favorito. Escuchar cualquier género de música puede distraerlo de sentir dolor
o malestar.
8- Masaje
terapéutico- Estos masajes son algo más
que agradables; los masaje puede calmar el dolor mediante la relajación de
los músculos y las articulaciones, calmando el estrés y la ansiedad, y
posiblemente ayudándolo a distraerse del malestar mediante una sensación de
competencia que anula las señales de dolor.
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